Un grupo de dirigentes de la UCR entre los que se encuentran los convencionales nacionales Claudia Guebel, Julio César Banzas, Diego Barovero y Fernando Blanco Muiño expresó su preocupación por lo que consideró “la creciente derechización del discurso radical, que se evidencia en las declaraciones del presidente del Comité Nacional Ernesto Sanz relacionando el incremento del consumo de drogas con la implementación de la asignación universal por hijo y la encendida defensa de Mauricio Macri en la causa por escuchas ilegales”, expresaron.
“Hay una tendencia conservadora en el seno del radicalismo que con el propósito de diferenciarse y cuestionar al gobierno de Cristina y Néstor Kirchner termina siendo funcional a la derecha, pero eso no es radicalismo es conservadurismo”, cuestionaron.
Mediante un comunicado estos convencionales nacionales reclamaron a las autoridades partidarias que la UCR “debata en sus cuerpos partidarios el marco de alianzas para el 2011, porque no puede haber especulaciones electoralistas que contradigan la filosofía política histórica del radicalismo. La UCR no debe alinearse con expresiones políticas que constituyen la antítesis de sus principios. Lamentablemente la estrategia parlamentaria desarrollada en los últimos tiempos contradice la línea doctrinaria histórica del radicalismo. Los bloques de senadores y diputados de la UCR trabajan en sintonía con expresiones políticas de la derecha más reaccionaria argentina como el PRO de Macri, el peronismo duhaldista, De Narvaez, Rodriguez Saa y el menemismo. De la mano de esos sectores el radicalismo terminó votando a favor de las AFJP, en contra de Aerolíneas Argentinas y defendiendo los intereses del Grupo Clarín y a Martín Redrado en el Banco Central. La UCR no tiene nada que ver con esa línea política”, sostuvieron.
La declaración afirma que “es un despropósito pretender posicionar a la UCR a partir de la derechización. Solidarizarse con Macri, en lugar de exigir que rinda cuentas en la justicia por el mayor escándalo de espionaje político desde la recuperación de la democracia, o considerar que el aumento del consumo de drogas es por culpa de la asignación universal por hijo, lo que además denota un profundo desconocimiento de la realidad social argentina”, dispararon.
Finalmente los dirigentes radicales cuestionaron a las autoridades partidarias encabezadas por Ernesto Sanz “más preocupadas por agradar a los sectores más concentrados de la economía que en ofrecer una auténtica alternativa progresista y popular que es lo que el pueblo argentino reclama”.
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